DILEMAS
Pensando en la decisión que vais a tomar sobre los estudios o la vida laboral, os proponemos a continuación, un ejemplo concreto de toma de decisión.
Así, mediante el ensayo y puesta en práctica de decisiones, siguiendo un plan adecuado, es más probable que lo vayáis incorporando a vuestro modo habitual de tomar decisiones. Para ello hemos dejado un espacio a la derecha, en el cuadro, que permite la escritura de cada paso del plan, en la situación nueva que se plantee, teniendo delante la ejemplificación correspondiente.
Beatriz lo comenta, pero sus padres le dicen que tiene otros muchos días para salir con sus amigos y que, en cambio, hace mucho tiempo que no van a visitar a los abuelos.
Ante esto, no sabe qué hacer: no insistir más y dejar la salida para otra ocasión o intentar convencerlos de la importancia de su cita del fin de semana. Finalmente se plantea seguir un plan lógico y ordenado de acciones para resolver su problema.
PLAN TOMA DE DECISIONES DE BEATRIZ PARA OTRAS DECISIONES PASOS A SEGUIR ACCIONES ACCIONES A. PLANIFICACIÓN 1. Definir bien el problema. ¿Qué tengo que decidir y de cuánto tiempo dispongo? Pensó: “No sé qué hacer el fin de semana, porque me gustaría mucho salir con los amigos pero no quiero tener problemas con mis padres, ni quedar mal con los abuelos”. “Tengo que resolverlo esta misma semana, antes del viernes”. 2. Establecer un plan de acción para resolverlo. ¿Qué necesito hacer o saber para resolverlo de manera adecuada y en qué orden? Por tanto, ¿qué compromisos me exige todo esto? “Voy a anotar ordenadamente las cosas que puedo hacer para irlo resolviendo, poco a poco” se dijo y anotó: 1. Analizar y clarificar lo que realmente me interesa más y lo que más me merece la pena (clarificar mis intereses y valores y en general, conocerme lo mejor posible). 2. Identificar las opciones que tengo y, dentro de ellas las distintas posibilidades (identificar alternativas). 3. Valorar muy bien las ventajas e inconvenientes de cada opción (valorar las consecuencias). 4. Descartar las opciones que no me parezcan adecuadas y decidir con cuál me quedo (eliminar lo que no me interesa y decidirme). B. DESARROLLO DEL PLAN 3. Clarificar mis intereses y valores y mejorar mi autoconocimiento. ¿Tengo claro qué me gustaría hacer realmente y qué me merece la pena? ¿Qué es lo más importante para mí?”, se preguntó. 1. Evitarme complicaciones con mis padres. 2. Salir con mis amigos a toda costa. 3. Intentar compaginar ambas cosas. “Si lograse esto último se dijo, sería fantástico”. 4. Identificar las alternativas que tengo. ¿Conozco las distintas opciones que tengo y, dentro de ellas, las distintas posibilidades? 1. Si lo que valoro más es no tener complicaciones con mis padres, puedo: - No salir con los amigos este fin de semana. - Posponer la salida al siguiente fin de semana, 2. Si lo que más valoro es la salida con mis amigos a toda costa: - Negarme a ir al pueblo. 3. Si valoro, sobre todo, compaginar ambas: - Hablar de nuevo con mis padres y tratar de convencerles, con ayuda de la amiga más valorada por ellos y, a la vez, comprometerme a disculparme ante los abuelos. 5. Valorar las consecuencias de cada opción. ¿Qué me supone cada una de esas opciones? Ventajas e inconvenientes ¿He pensado sólo en mis intereses o he tenido en cuenta a otras personas? - Si dejo de salir con los amigos o lo pospongo sin más, puede que, en otras ocasiones, mis padres no tengan en cuenta mis deseos. - Si me niego a ir al pueblo, puedo crear un conflicto con mis padres y no sé si, aún así, podré mantenerlo, o acabarán obligándome. - Si les intento convencer con ayuda de mi amiga, puede que lo logre o no, pero al menos quedarán patentes mis deseos y mi propósito de dialogar con ellos y pedir disculpas a los abuelos. Si lo logro, habré conseguido ambas cosas. 6. Eliminar lo que no me interesa y decidirme. ¿Qué opciones descarto y por qué? ¿Con cuál me quedo, por qué? Después de sopesar bien todas las decisiones, Beatriz eliminó las dos primeras posibilidades, pues no resolvían satisfactoriamente su problema y se decidió por la última: “Intentar convencer a sus padres, con la ayuda de su amiga comprometiéndose a disculparse ante los abuelos”. 7. Poner en práctica la decisión tomada. ¿Qué acciones inmediatas me exige la decisión tomada? “Llamar a mi amiga Amaya y planificar juntas la conversación con mis padres” “Tener la conversación el jueves, un par de días antes del fin de semana, para disponer de otro día más por si fuese necesario”. “Llamar a los abuelos delante de mis padres y pedirles disculpas por no ir a visitarlos”. C. EVALUACIÓN 8. Evaluar mi decisión. ¿Me siento a gusto con la decisión que tomé? ¿Me hace sentir bien? ¿Me equivoqué al valorar alguno de los aspectos? A veces es difícil prever qué sentimientos nos producirá la decisión tomada. Creíamos que era la más conveniente y, una vez llevada a la práctica, nos damos cuenta que nos hace sentir incómodos. En ocasiones, esto es inevitable, por ejemplo, cuando hemos tenido que optar por “lo menos malo”. Otras veces, la incomodidad proviene de una valoración poco realista de alguno de los factores. Por ejemplo, quizá Beatriz no preveía lo incómoda que iba a sentirse al decirle a su abuela que no iría a verla, sabiendo que es muy mayor y le hace mucha ilusión ver a su nieta, ya que además le había hecho el jersey que le pidió. También había comprado ya los ingredientes para prepararle su postre preferido. Tanto si cree que ha acertado en su decisión, como si no, reflexionando sobre lo ocurrido, Beatriz tendrá más datos para planificarse mejor la próxima vez.
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